¿Alguna vez te has preguntado qué estás haciendo con tu vida?
¡Pues yo si! Muchas veces me lo he preguntado y aquí te cuento lo que he aprendido de esto.
Desde que mis hijos nacieron prácticamente me he dedicado a cuidarlos y a encargarme de todo lo de la casa. Hace unos años, ellos empezaron a ir al colegio por ocho horas, así que desde que subían al bus hasta que regresaban a la casa, yo empecé a disfrutar de esas horas extra. Me pasaba el día relajada, hacía mandados con tranquilidad, iba a todos los cafés que convocaban mis amigas, a todos los jueves del grupo de oración y luego regresaba a terminar de poner la casa en orden, prepararme para recibir a los niños, ayudarles en tareas y a llevarlos y traerlos a sus citas o si tenían alguna actividad extracurricular, ya saben, todo lo que hace una mamá.
Todo estaba “bien” según yo, pero la verdad es que sentía que algo que me estaba haciendo falta. Y entonces fue cuando me di cuenta que aunque la prioridad número uno es mi familia y me gusta estar en la casa con ellos, necesitaba hacer algo más. No fue ser la delegada del salón del colegio y conocer un poco más a los papás de los compañeros de mis hijos o ser consultora de relocation, conocerme la ciudad y todos los lugares en donde un expatriado puede vivir o meterme a un curso de barista y aprender a hacer deliciosos filtrados y el arte latte (que a la fecha no me sale) o participar en la junta directiva de papas del colegio, entre otros … todo esto lo hice con gusto y me entretuve, pero no era lo que realmente me hacía sentir realizada. Y saben por qué? Porque ninguna de esas cosas eran mi por qué.
Estoy segura que ha muchas les ha pasado. Lo que necesitas en ese momento es PARAR y pensar si lo que haces en verdad te hace sentirte realizada en la vida. La rutina es algo en lo que caemos fácilmente. Nos dejamos llevar por el día a día y cuando sentimos, ya pasaron 10 años.
Pero les tengo la buena noticia, como escribí en el artículo de mi cumpleaños (puedes leerlo aquí) : nunca es tarde para empezar y todo en la vida es aprendizaje. Así que no me arrepiento de ningún segundo de mi vida. Sé que en este nuevo camino voy a ir descubriendo los motivos por los que hice o dejé de hacer algo.
Si te estás preguntando cómo fue que descubrí qué quería hacer? Pues te digo que no es que un día me levanté sabiéndolo. Ahora lo tengo más claro y cada día me convenzo más de qué es lo que quiero hacer. Descubrir tu propósito es un proceso donde tienes que enfocarte en tí, en conocerte mejor, aprender, investigar, leer, escuchar, probar e ir descartando todo lo que no es para ti.
Una de las cosas más importantes es tomar la decisión de querer hacer un cambio y proponértelo. No te digo que ya estoy super segura de cómo van a salir mis proyectos, pero por lo menos tengo un plan A y un plan B. Tal vez en el recorrido tendré que crear un plan C. Con esfuerzo, trabajo, muchas ganas y buena actitud cada día se va develando esa razón que te va a hacer sentirte mejor contigo misma y con el mundo.
Para este proceso, una de las tantas cosas que me ayudó y te puede servir a ti también fue el libro “Find your why” o “Encuentra tu por qué” de Simon Sinek. Se los recomiendo es una guía práctica para encontrar tu propósito.
Todos tenemos un por qué, pero no todos saben que lo tienen. Algunos naturalmente son felices con lo que hacen y eso los motiva, otros se sienten frustrados pero nunca buscan más allá y otros lo logran entender en alguna etapa de su vida. Al descubrir tu "por qué", la vida empieza a tener mayor sentido y todo lo que haces va encaminado hacia ese propósito. Sabes hacia dónde ir y qué tienes que hacer para llegar allí. También aprendes a devolverle al mundo un poco de eso que te hace feliz.
Si estás confundida o desorientada, te invito a que reflexiones sobre este tema y empieces a buscar ese propósito que te motive todos los días a seguir adelante. Cuando sepas cuál es tu por qué, ayuda a abrirle los ojos a otros para que también encuentren el suyo y logren así dejar su huella.
“El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete con el cumplimiento del sentido de su vida”.Victor Frankl
Un abrazo,